En el artículo anterior avanzábamos el interés que tiene la combinación entre la curva de crecimiento del fruto, proporcionada por DendroFruit, y los datos climáticos correspondientes a la localización donde se ubican los dendrómetros. DendroFruit es un sensor del incremento del diámetro, patentado por AGERPIX. El dato proporcionado tiene un indudable valor en la gestión de fincas agrícolas, permitiendo sustituir la medición manual y puntual de algunas piezas por un sistema extendido a toda la finca, conectado y operativo a tiempo real.
Permite tener los datos organizados en una base datos, y como consecuencia, permite que se elaboren modelos de predicción robustos que pueden incluir detalles como factores climáticos, fertilización, riego, aclareo, carga frutal, y enfermedades y plagas. Incluir variables climáticas permite simular diferentes escenarios y anticipar el momento de cosecha y producción. Los modelos son los suficientemente generales pero ajustados a las condiciones actuales del cultivo.
Cuando hablamos de predicciones en campo, debemos entender que el contexto es altamente variable. Y el clima es un factor altamente influyente que condiciona las decisiones que se toman cada día. Teniendo esto en cuenta, la aplicación de Agerpix cuenta con una herramienta que permite consultar rápidamente el estado de crecimiento de los frutos y las condiciones climáticas, de un vistazo.
Los datos climáticos se recogen de servicios meteorológicos especializados con capacidad de adquisición de datos globales, como AEMET o Meteoblue. Los datos climáticos correspondientes a estaciones meteorológicas propias o sensores cercanos a la ubicación del dendrómetro resultan especialmente interesantes, ya que son mucho más precisos, y la asociación es altamente informativa. El modelo de crecimiento aumenta en precisión conforme se incluyen variables relacionadas con el desarrollo vegetativo, como la radiación o la temperatura.
En la aplicación de Agerpix podemos ver la relación del diámetro del fruto (mm) con las siguientes variables climáticas:
- Precipitación y Humedad relativa.
Durante el llenado del fruto, el agua es indispensable. Por el contrario, en maduración, el fruto requiere menor cantidad de agua. La representación de la precipitación y la humedad relativa nos ayuda a determinar momentos del desarrollo con sus necesidades de agua. Por ejemplo, podríamos determinar si ha faltado agua antes de la cosecha, lo que nos ayudará a prever una madurez precoz del fruto, o si un exceso de precipitaciones puede acarrear el rajado del fruto. Además, las precipitaciones y condiciones de humedad elevada crean un ambiente óptimo para la aparición de enfermedades, por lo que este recurso es de utilidad para estar alerta y planificar tratamientos.
- Temperatura
La gráfica nos permite asociar la dinámica de crecimiento, la temperatura media diaria y la diferencia entre máximas y mínimas que se han dado en un día determinado. Podemos ver si se han dado estreses en días pasados, como heladas y olas de calor intenso, o detectar los mismos a una semana vista. Si identificamos temperaturas elevadas durante el crecimiento, podremos pronosticar una aceleración de la madurez del fruto. Por ello, es un indicador adelantado de la evolución del crecimiento del fruto. Se proporcionan también intervalos de confianza, que marcan las diferencias a lo largo del día y la noche. Esta variable es empleada por los técnicos de las explotaciones para determinar si el desarrollo del color está siendo adecuado. Afecta a la composición química de los frutos, a su valor nutricional y sabor. Por otra parte, la temperatura es un buen predictor para la aparición de ciertas plagas, lo que ayuda a actuar rápidamente.
- Evapotranspiración
Especialmente en un contexto de escasez de agua como el actual, es necesario optimizar el empleo del riego para maximizar las producciones y no afectar a la calidad del producto. Esta medida equivale al consumo neto de agua por planta, por lo que nos da una idea del requerimiento de agua por parte del cultivo, y facilita la toma de decisiones en la gestión de recursos hídricos.
- Radiación
Tiene un gran efecto sobre el desarrollo de los árboles y la calidad de los frutos. Una radiación solar óptima favorece el color, ya que permite una mayor síntesis de pigmentos (como antocianinas y licopenos), mejora los grados Brix y aumenta el contenido de materia seca, afectando al contenido de nutrientes de los frutos. Asimismo, la alta radiación solar puede producir estrés, afectando a la productividad de la planta. Si la radiación alta se prolonga en el tiempo, puede ocasionar golpes de sol o quemaduras sobre frutos. Por todo ello, determinar si la radiación está siendo adecuada o no nos ayuda a tomar medidas y evitar pérdidas, tanto en producción como en calidad de fruto.
- Velocidad del viento
Nos indica si debemos vigilar los frutos por el deterioro de la apariencia debido a rozamientos entre frutos o con ramas. Si eso se produce, las marcas o heridas en la epidermis son un foco de entrada de enfermedades, que habría que vigilar de cerca.
Relación del crecimiento de los frutos y distintas variables climáticas. La línea verde representa el calibre de los frutos, la línea azul denota la previsión del calibre, y en cada gráfica, se representan las variables climáticas (Temperatura, Precipitación y Humedad Relativa, Evapotranspiración, Radiación solar y Velocidad del viento). En Temperatura, Humedad Relativa y Velocidad del viento, se representan además los máximos y mínimos diarios como límites superior e inferior del intervalo de confianza.
La información generada por DendroFruit nos ayuda a relacionar el momento del desarrollo del fruto con sus necesidades y detectar si está habiendo problemas que requieren de nuestra atención. Viendo los datos pasados, podemos estar alerta sobre incidencias de plagas futuras o plantear una actuación concreta, y ser conscientes de cómo se encuentra nuestro objetivo de producción: si es viable o necesita que actuemos.
En resumen, la visión conjunta del desarrollo del fruto y de las diferentes variables climáticas permite estar en alerta ante incidencias que afecten a la calidad del fruto, así como tomar decisiones informadas sobre la utilización de los recursos.
